sábado, 22 de marzo de 2014

Capítulo 6: Emociones fuertes

Ashley caminó por las calles oscuras de Nueva York bañadas en tinieblas. A penas había farolas encendidas y algunas parpadeaban por el desgaste. A Ashley no le importaba demasiado eso. Tenía frío, se tapo con la chaqueta gris y echo a andar. Miraba el suelo con la mente en blanco, solo con la preocupación de volver a casa. Oyó un chirrido de coche, se dio la vuelta bruscamente y vio una limusina que se acercaba a ella rápidamente. Era la limusina de los chicos. Paró con violencia. Una de las ventanillas teñidas de negro se bajó dejando ver el rostro de Zayn, que sonreía con su forma peculiar de meter la lengua entre los dientes:

-¡Hey, Ashley!- Exclamó el chico con su labia y swag.

-Hola ¿Qué hacéis aquí?- Preguntó Ashley confusa y con desconcierto. Dentro del coche de lujo se oían carcajadas de sus amigos, sus novias no parecían estar, aunque Cher si.

-Hemos pensado, bueno, he pensado, que podrías subir y te llevábamos a casa ¿Te parece bien?- Propuso Zayn Ashley asintió con la cabeza, se acercó lentamente a la puerta y la abrió ¡Cuanto lujo! Luces blancas y uniformes, tapicería de alta calidad y un barnizado que hacía al coche muy lustroso. Por no decir de el compartimiento de bebidas y cócteles con una televisión de plasma al lado, y en otros cajones revistas y prensa para los chicos. Y todo eso cabía en un coche de 348.000 dólares, si, de 348.000 dólares. Ashley se sentó en un asiento y se encogió para caber a pesar de ser una limusina ancha y larga- Bien

-¡Guau!- Exclamó Ashley fascinada. Le iluminaban los ojos de la fascinación. La ofrecieron agua con burbujas de limón.

-Señorita, ¿Me dice el nombre de su calle?- Preguntó el chófer seriamente.

-Em... ah, ya, Lottie Beer Street, es esa- Contesto Ashley de sorbo en sorbo. Después dejó el vaso ya vació en una mesita cercana. La limusina arranco hacia su calle.

Harry por el camino empezó a quejarse de dolores de estomago y le temblaba las tripas. Se encontraban en medio de la carretera, metidos en una limusina en marcha, que esta paró para que Harry bajase a vomitar de las ganas que tenía. Niall y Ashley se habían quedado solos con el chófer, que no decía nada. Se miraron a los ojos con cariño. Una mirada que decía más de lo que una palabra podría explica. Alguien tenía que decir la primera palabra:

-Bueno, estamos los dos solos aquí- Niall se ruborizo al estar al lado Ashley, esta ultima también empezó a volverse roja. Se encogió de la vergüenza- Eres guapa ¿Lo sabías?- Ashley se estreso y empezó a sudar a chorros.

-¿De verdad ¿Lo dices en serio?- Preguntó Ashley alagada.

-En serio.

-Nadie que no fuera de mi familia nunca me dijo cosas tan bonitas como esas.- Ashley estaba preciosa en esos momentos. Eran instantes de tensión, no saber que hacer mientras los demás ayudaban a Harry a echar las pizzas. Que complicado era mantener la calma.- Yo opino lo mismo sobre ti.

-Je, je, je.- Niall también se puso una cara roja. Y mirar los cabellos de plata de Ashley era... pura magia.- Eres muy hermosa.

-¡Por favor! ¡Ya es suficiente!- Bromeó Ashley con ironía. Niall y ella se rieron de las tonterías que decían. Pero hubo una que se pasaba de largo.

-¿Te gustaría ser mi novia?- Preguntó Niall. ¿Ashley había oído bien? ¿O era que entendió eso? Ashley se callo en silencio sin saber que responder. Niall sintió esa sensación de haber metido la pata hasta el fondo, de haber cometido un error; cuando era lo contrario.- Ups... ¿He hecho una pregunta bastante comprometida?- En ese momento que Ashley no hablaba, entraron los demás restantes que eran los 4 chicos de One Direction, Harry estaba mareado.- ¿Harry esta mejor?

-A vomitado mucho, pero creo que se encuentra mejor.- Dijo Zayn por Harry. Harry bebía un vaso de agua para eliminar el ácido de la boca debido a los componentes del vómito.- ¿Verdad, Harry?

-Agg... si, verdad.- Respondió Harry con desagrado. La limusina arrancó y se puso en marcha con un suave sonido.- No volveré a comer más pizza por ponerme nervioso en mi vida. ¡LO PROMETO!

-¿¡COMO?! Has dicho que comiste pizza por ponerte nervioso ¿De qué estabas nervioso, Hazza?- Dijo Louis sospechando de que una chica estuviera metida en el ajo. Harry, que bebía agua continuamente, abrió la boca para hablar.

-Si estaba nervioso, pero no pienso contároslo, por entrometidos.- Vociferó Harry con sus curiosa voz ronca. Todos se quedaron confusos con las ganas de destripar el secreto. Harry tenía los morros muy húmedos debido al agua fresca.

-Hemos llegado a su casa, señorita.- Dijo el chófer con seriedad. Ashley abrió la puerta de la limusina.

-¡Adiós!- Exclamó Ahsley en modo de despedida.

Ashley abrió con las llaves la puerta, dándole varias vueltas a la cerradura. Entro en su casa sigilosamente pensando que su familia ya estaría dormida, y lo estaban. Estaba todo oscuro, y ella encendió la luz. Mañana por la mañana seguramente sus padres les echarían una buena regañina, y sobre todo la culpa iba a caer en Ashley. Pero ahora tenía que subir a la habitación. Subió las escaleras, apagó las luces del salón y se tumbó en su cama. Estaba rendida después de un día tan intenso, de experiencias tan intensas...
Se puso el pijama y se durmió plácidamente.

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Ya era el día de la segunda fase del concurso. Habían eliminado a tres concursantes, tremendamente malos. Allí estaban los mismos de siempre. El presentador salió al escenario después de que otro concursante hiciese su audición. Llevaba unos papeles rectangulares con el guión resumido:

-¡Bonita canción de Gina! Ahora toca el turno de Ashley Clarck... ¡Un fuerte aplauso!- Dijo el presentador. Ashley subió al escenario con una sonrisa.- Y bien Ashley... ¿Que nos cantas hoy?

-Nightingale, de Demi Lovato.- Dijo Ashley muy nerviosa, pero con belleza.- Ejem...

-Bien, pues cántanos.- Dijo el presentador.

Ashley cantó con la maravillosa voz que ella tenía, con esa hermosa canción, emocionaba a cualquiera. Más de uno del público echo una lágrima. Ashley sentía una sensación de pasión por cantar, como si el mundo se haya paralizado, menos la voz de ella. La madre de Ashley se emociono tanto que se echo a llorar. Cher lo intentaba ocultar, pero se notaba que lloraba de emoción. Ashley era tan grande que emocionaba.
Los tres minutos de canción habían pasado y el presentador (con señales de haber llorado) se acercó a Ashely con voz temblorosa:

-Vaya... Ashley, has dejado a todos muy emocionados.- Dijo el presentador guardándose un pañuelo en un bolsillo de su chaqueta.- ¿Eres consciente?

-No sabía que pudiera causar tanto... tanto... si, soy consciente.- Ashley con tenía palabras para describir lo que sentía, como todos los presentes. Ashley miró al público. Todo el mundo se había quedado emocionado con la actuación.- No se que decir.

-Pues yo personalmente, me he quedado muy emocionado, he dado mi cara más sensible, de verdad.- Dijo el presentador.- ¿Escuchamos la opinión del jurado?

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